El piropo es el arte de seducir con unas pocas palabras, se trata de una manifestación ingeniosa y callejera prácticamente desaparecida en la actualidad.
Piropos
Rituales
Ritual de cortejo
Marzo 2014 / ECM.
Piropos
Rituales
Ritual de cortejo
Marzo 2014 / ECM.
Huércal de Almería.
Comarca del Bajo Andarax.
Huércal de Almería.
Comarca del Bajo Andarax.
Mujeres de la Asociación de Pensionistas de Huércal
El día que tú naciste qué triste se puso el sol al ver que otro sol nacía con mucho más esplendor. Bendita sea la hora en que la comadrona dijo: ¡pero si es una niña!. El Señor vele por esa salud tan divina que tienes y esa guapura tan dulce. ¡Eso sí que son carnes y no lo que mi madre le echa al guisillo! Bendecía sea la borrega que crió la lana pa´ hacerle la sotana al cura que te echó el agua.
El piropo es el arte de seducir con unas pocas palabras, se trata de una manifestación ingeniosa y callejera prácticamente desaparecida en la actualidad. Sin embargo, en una época en la que las relaciones entre hombres y mujeres se encontraban muy restringidas debido a las normas que imponía la sociedad, fundamentadas en el “qué dirán” y en los añejos conceptos de “honor y honra”, los piropos servían para enamorar a las muchachas manteniéndose dentro de las limitaciones sociales. Las mujeres de Huércal nos recuerdan que entre los muchachos que más se prodigaban en el arte de piropear se encontraban los soldados, quienes no solían dejar pasar la oportunidad de piropear a una “mocica”.
Un buen piropo a decir de nuestras informantes, debe ser elegante, valiente y original, si va rimado está bien, pero la rima no es lo más importante. De hecho ellas recuerdan mejor los piropos no rimados, y valoran sobre todo las buenas ocurrencias y el “graciejo”. Muchos iban acompañados de cierta gesticulación y teatralidad, que solía ser del gusto de ellas. También había piropos “marranos” pero esos no eran de su agrado.
El día que tú naciste qué triste se puso el sol al ver que otro sol nacía con mucho más esplendor. Bendita sea la hora en que la comadrona dijo: ¡pero si es una niña!. El Señor vele por esa salud tan divina que tienes y esa guapura tan dulce. ¡Eso sí que son carnes y no lo que mi madre le echa al guisillo! Bendecía sea la borrega que crió la lana pa´ hacerle la sotana al cura que te echó el agua.
El piropo es el arte de seducir con unas pocas palabras, se trata de una manifestación ingeniosa y callejera prácticamente desaparecida en la actualidad. Sin embargo, en una época en la que las relaciones entre hombres y mujeres se encontraban muy restringidas debido a las normas que imponía la sociedad, fundamentadas en el “qué dirán” y en los añejos conceptos de “honor y honra”, los piropos servían para enamorar a las muchachas manteniéndose dentro de las limitaciones sociales. Las mujeres de Huércal nos recuerdan que entre los muchachos que más se prodigaban en el arte de piropear se encontraban los soldados, quienes no solían dejar pasar la oportunidad de piropear a una “mocica”.
Un buen piropo a decir de nuestras informantes, debe ser elegante, valiente y original, si va rimado está bien, pero la rima no es lo más importante. De hecho ellas recuerdan mejor los piropos no rimados, y valoran sobre todo las buenas ocurrencias y el “graciejo”. Muchos iban acompañados de cierta gesticulación y teatralidad, que solía ser del gusto de ellas. También había piropos “marranos” pero esos no eran de su agrado.
Piropos
El día que tú naciste qué triste se puso el sol al ver que otro sol nacía con mucho más esplendor. Bendita sea la hora en que la comadrona dijo: ¡pero si es una niña!. El Señor vele por esa salud tan divina que tienes y esa guapura tan dulce. ¡Eso sí que son carnes y no lo que mi madre le echa al guisillo! Bendecía sea la borrega que crió la lana pa´ hacerle la sotana al cura que te echó el agua.
Rituales
Mujeres de la Asociación de Pensionistas de Huércal
Ritual de cortejo
También le puede interesar
La Noche de los Ramos
Las Carreras de cintas
Pagar el piso
La Cencerrá
La Matanza