Villa María es una casa de campo de carácter “indiano” y tendencia modernista que fue construida en 1902 por sus promotores, la familia Esteller, antiguos consignatarios de buques del puerto de Almería. Entre los elementos arquitectónicos más llamativos destaca el porche-recibidor porticado y el gran alero corrido sostenido por tornapuntas que rodea el edificio, bajo el que se extiende un friso de azulejería de lazo árabe. La casa se encuentra rodeada de agradables jardines, contado con significativos elementos de su pasado como importante hacienda agrícola, entre los que destaca su era de trilla y una gran balsa, circular, de riego. Villa María está declarada como Bien de Interés Cultural.
Villa María
Arquitectura Residencial
Cortijo destacable
Villa María
Arquitectura Residencial
Cortijo destacable
Carretera Nacional 340a junto a la autovía A7.
Desde la carretera Nacional sentido Benahadux.
Carretera Nacional 340a junto a la autovía A7.
Desde la carretera Nacional sentido Benahadux.
Casa de campo de una altura (sobreelevada unos 80 cm sobre la superficie exterior) con planta rectangular. La cubierta es plana, estando cercada por un antepecho de balaustres cuadrangulares, que le otorga la función de terraza. La fachada principal presenta un porche-recibidor frontal avanzado, con cubierta a dos aguas de teja plana, al que se accede por una escalinata, la cual, al igual que el avance, se encuentra protegida por balaustrada. Las cubiertas (de terraza y porche) presenta un gran alero corrido formado por tablero de madera sostenido por tornapuntas del mismo material, cubierto de tejas de diversos colores, bajo el que se aloja un friso de azulejería de lazo árabe, formando un conjunto que confiere a la casa gran parte de su llamativa presencia. Este porche se encuentra abierto al paisaje mediante un pórtico, de tres arcos de medio punto al frente, y uno en cada lateral. Estos arcos, con azulejería en la rosca, se encuentran soportados por pilarcillos estriados de capiteles compuestos, estando el conjunto coronado en el hastial por un tondo cerámico con carabela, que podría simbolizar la profesión del promotor del edificio. Sobre la cumbrera de la cubierta del porche se ubica un remate cerámico torneado. Adelantados, a ambos lados del mismo se ubican sendos leones sobre plintos. La puerta se abre dentro del porche presentando un balcón a cada lado fuera del mismo, mientras que las fachadas laterales se abren mediante 4 ventanas por lado. Todos estos vanos son de arco segmentado con excepción de los segundos de los lados que son de tipo carpanel. El paramento es liso, actualmente en color asalmonado, con zócalo de mampostería. Una faja de azulejería sevillana de tonos azules recorre el perímetro de la casa recercando la parte superior de los arcos de los vanos con excepción los carpaneles, que lo están en ladrillo. Las rejas, que se adaptan a la figura del vano, presentan antepecho y parte superior en resalto en la fachada principal, siendo lisas en el resto. La entrada principal a la finca está formada por un pórtico de tres vanos de arco deprimido rectilíneo con entablamento, en cuyo friso se encuentra el nombre de la finca en azulejos. Sobre los extremos se ubican sendos remates torneados similares al de la cumbrera del porche. Dentro del conjunto del cortijo destaca su gran era de trilla hoy dedicada a picadero de caballos.
El entorno está formado por el jardín, con diversas especies de árboles, de entre los que destacan dos Ficus nítida, y una parte del espacio agrícola del antiguo cortijo, ya sin este uso. Diversos edificios de la antigua función agraria (de entre los que destacan la antigua cochera-cuadra) y algunas viviendas unifamiliares, junto con la piscina, picadero y otros espacios lúdicos, completan el conjunto. Especialmente significativa es la balsa cilíndrica de riego, de enormes proporciones, cuyos detalles recogemos en el capítulo dedicado a El Agua en la Agricultura. La autovía A 7 y sus viales de acceso y salida han encerrado al conjunto.
Casa de carácter “indiano” y tendencia modernista que, según la actual propietaria, fue construida en 1902 por sus promotores, la familia Esteller, antiguos consignatarios de buques del puerto de Almería. A la muerte del marido, la esposa, María Rodríguez, continúa la gestión de la consignataría y de la finca durante varios años. La familia actual, farmacéuticos de Huércal, adquiere el cortijo en 1963, manteniendo los cultivos tradicionales de uva y naranja, a lo que se añade una vaquería. Todo ello ya sin función. La casa vive desde entonces algunas reformas como es el añadido del zócalo de piedra. Una pérgola situada en la cara sur ha desaparecido tras su deterioro.
Constituye el único elemento patrimonial declarado como Bien de Interés Cultural del municipio, debido al interés de la familia por reducir en lo posible la afectación generada por la construcción de la autovía A7.
Casa de campo de una altura (sobreelevada unos 80 cm sobre la superficie exterior) con planta rectangular. La cubierta es plana, estando cercada por un antepecho de balaustres cuadrangulares, que le otorga la función de terraza. La fachada principal presenta un porche-recibidor frontal avanzado, con cubierta a dos aguas de teja plana, al que se accede por una escalinata, la cual, al igual que el avance, se encuentra protegida por balaustrada. Las cubiertas (de terraza y porche) presenta un gran alero corrido formado por tablero de madera sostenido por tornapuntas del mismo material, cubierto de tejas de diversos colores, bajo el que se aloja un friso de azulejería de lazo árabe, formando un conjunto que confiere a la casa gran parte de su llamativa presencia. Este porche se encuentra abierto al paisaje mediante un pórtico, de tres arcos de medio punto al frente, y uno en cada lateral. Estos arcos, con azulejería en la rosca, se encuentran soportados por pilarcillos estriados de capiteles compuestos, estando el conjunto coronado en el hastial por un tondo cerámico con carabela, que podría simbolizar la profesión del promotor del edificio. Sobre la cumbrera de la cubierta del porche se ubica un remate cerámico torneado. Adelantados, a ambos lados del mismo se ubican sendos leones sobre plintos. La puerta se abre dentro del porche presentando un balcón a cada lado fuera del mismo, mientras que las fachadas laterales se abren mediante 4 ventanas por lado. Todos estos vanos son de arco segmentado con excepción de los segundos de los lados que son de tipo carpanel. El paramento es liso, actualmente en color asalmonado, con zócalo de mampostería. Una faja de azulejería sevillana de tonos azules recorre el perímetro de la casa recercando la parte superior de los arcos de los vanos con excepción los carpaneles, que lo están en ladrillo. Las rejas, que se adaptan a la figura del vano, presentan antepecho y parte superior en resalto en la fachada principal, siendo lisas en el resto. La entrada principal a la finca está formada por un pórtico de tres vanos de arco deprimido rectilíneo con entablamento, en cuyo friso se encuentra el nombre de la finca en azulejos. Sobre los extremos se ubican sendos remates torneados similares al de la cumbrera del porche. Dentro del conjunto del cortijo destaca su gran era de trilla hoy dedicada a picadero de caballos.
Casa de carácter “indiano” y tendencia modernista que, según la actual propietaria, fue construida en 1902 por sus promotores, la familia Esteller, antiguos consignatarios de buques del puerto de Almería. A la muerte del marido, la esposa, María Rodríguez, continúa la gestión de la consignataría y de la finca durante varios años. La familia actual, farmacéuticos de Huércal, adquiere el cortijo en 1963, manteniendo los cultivos tradicionales de uva y naranja, a lo que se añade una vaquería. Todo ello ya sin función. La casa vive desde entonces algunas reformas como es el añadido del zócalo de piedra. Una pérgola situada en la cara sur ha desaparecido tras su deterioro.
Constituye el único elemento patrimonial declarado como Bien de Interés Cultural del municipio, debido al interés de la familia por reducir en lo posible la afectación generada por la construcción de la autovía A7.
La Arquitectura Agraria de Huércal de Almería
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Directa. Propietaria
Villa María
Noviembre de 2013. ASH.
Casa de campo de una altura (sobreelevada unos 80 cm sobre la superficie exterior) con planta rectangular. La cubierta es plana, estando cercada por un antepecho de balaustres cuadrangulares, que le otorga la función de terraza. La fachada principal presenta un porche-recibidor frontal avanzado, con cubierta a dos aguas de teja plana, al que se accede por una escalinata, la cual, al igual que el avance, se encuentra protegida por balaustrada. Las cubiertas (de terraza y porche) presenta un gran alero corrido formado por tablero de madera sostenido por tornapuntas del mismo material, cubierto de tejas de diversos colores, bajo el que se aloja un friso de azulejería de lazo árabe, formando un conjunto que confiere a la casa gran parte de su llamativa presencia. Este porche se encuentra abierto al paisaje mediante un pórtico, de tres arcos de medio punto al frente, y uno en cada lateral. Estos arcos, con azulejería en la rosca, se encuentran soportados por pilarcillos estriados de capiteles compuestos, estando el conjunto coronado en el hastial por un tondo cerámico con carabela, que podría simbolizar la profesión del promotor del edificio. Sobre la cumbrera de la cubierta del porche se ubica un remate cerámico torneado. Adelantados, a ambos lados del mismo se ubican sendos leones sobre plintos. La puerta se abre dentro del porche presentando un balcón a cada lado fuera del mismo, mientras que las fachadas laterales se abren mediante 4 ventanas por lado. Todos estos vanos son de arco segmentado con excepción de los segundos de los lados que son de tipo carpanel. El paramento es liso, actualmente en color asalmonado, con zócalo de mampostería. Una faja de azulejería sevillana de tonos azules recorre el perímetro de la casa recercando la parte superior de los arcos de los vanos con excepción los carpaneles, que lo están en ladrillo. Las rejas, que se adaptan a la figura del vano, presentan antepecho y parte superior en resalto en la fachada principal, siendo lisas en el resto. La entrada principal a la finca está formada por un pórtico de tres vanos de arco deprimido rectilíneo con entablamento, en cuyo friso se encuentra el nombre de la finca en azulejos. Sobre los extremos se ubican sendos remates torneados similares al de la cumbrera del porche. Dentro del conjunto del cortijo destaca su gran era de trilla hoy dedicada a picadero de caballos.
Arquitectura Residencial
Cortijo destacable
Directa. Propietaria
Buen estado general de conservación.